En
el cuadro resumen incluido en el trabajo de G.
Cormode y B. Krishnamurthy se contemplan las características más destacadas
de los sitios más populares relacionados con la web social. Algunos de ellos se
configuran como servicios representativos de la web 2.0 mientras que otros lo
serían de la web 1.0; también incluyen el análisis de sitios con
características compartidas entre ambas evoluciones de la web.
La
presencia o ausencia de las entidades evaluadas define con nitidez la
adscripción de los diferentes sitios a uno u otro tipo de web. Los sitios
representativos de la web social contienen entre 13 y 14 de las 19
características analizadas; los que comparten similitudes contienen entre 7 y
10 características, y los adscribibles a la web 1.0 sólo contienen entre 1 y 5.
El propósito de los autores es mostrar la presencia de determinadas
características con mayor proporción en unos sitios que en otros, de ahí que
los representantes de la web social contengan un número significativamente
mayor de entidades que el resto.
La
web social se basa en tres pilares fundamentales: compartir, comentar, y
construir. Las cuestiones a considerar para la categorización de los diferentes
sitios web deben de estar necesariamente relacionadas con ellos.
Los
factores relacionados con el perfil de usuario aportan conocimiento social si
se opta por segmentar y personalizar los contenidos. Las redes sociales pueden
tener en cuenta cuestiones como la franja de edad, por ejemplo, o la localidad
de residencia de un usuario concreto a la hora de informarle sobre potenciales
“amigos” en la red. Intrínsecamente no son características sociales, pero sí se
puede derivar un uso social de su conocimiento.
Aspectos
como la conectividad o el contenido de los sitios son básicos en la web social.
Tanto el etiquetado social como la creación de contenidos o la formación de
grupos son requisitos prácticamente imprescindibles dentro de la web 2.0.
Los
aspectos tecnológicos son los que posibilitan las nuevas formas de interacción
del usuario en la red, por lo que su presencia también será trascendente para
la evaluación. A pesar de que se podría haber realizado un análisis más
riguroso incluyendo más entidades tecnológicas, es muy significativo que los
sitios “sociales” contengan, en casi todos los casos analizados, la mayoría de
las tecnologías evaluadas, mientras que el resto no.
Las
diferencias entre las dos evoluciones de la web son de tipo tecnológico,
estructural, y sociológico; los consumidores de información de la web
tradicional son ahora potenciales creadores de contenidos. El tráfico en la Red
se ve alterado, por lo que se precisan nuevas técnicas de medición para evaluar
convenientemente el potencial real de la nueva Red.
Hay
una serie de mediciones utilizadas en sitios de la web 1.0 y que siguen siendo
útiles en la web social. Es el caso del tráfico en la red, el número de
usuarios, y el número de servidores y sus propiedades; para los sitios “sociales”
el tráfico total se establece conjuntamente entre el bloque de aplicaciones
interactivas y el total de usuarios participantes.
A
nivel tecnológico, las novedades implementadas por la web social dificultan las
mediciones a realizar. El funcionamiento de tecnologías como Javascript y las comunicaciones
asíncronas entre cliente y servidor, o el lenguaje de marcado XML suponen una
barrera a superar que desarrollos tecnológicos futuros habrán de considerar.
A
continuación señalaremos una serie de criterios que habrán de tenerse en cuenta
para la adecuación de las nuevas técnicas de medición a las características
específicas de los sitios de la web social:
·
El
tiempo que un usuario pasa dentro de un sitio concreto. A pesar de todo no es
un aspecto definitivo, ya que las posibilidades tecnológicas y los servicios
ofrecidos por las webs fomentan la permanencia sin necesidad de interacción.
·
Cada
sitio sí es capaz de monitorizar el tráfico propio, incluso algunos ofrecen
esta información como un valor añadido para sus usuarios. Hay que desarrollar
productos tecnológicos generales y adaptables que sean capaces de extraer esta
información de cada unos de los sitios sociales. Además, sería importante
analizar las transferencias cliente/servidor y la influencia de las tecnologías
Ajax y de comunicación asíncrona.
Es preciso disponer de gran cantidad de datos
para la realización de análisis comparativos; sería deseable, en este sentido,
la realización de mediciones periódicas y habituales ya que los sitios de la
web social sufren actualizaciones mucho más frecuentes que los de la web
tradicional.
·
Los
nuevos tipos de interacción en la web obligan a centrar la atención sobre una
serie de acciones para las que habrá que medir su frecuencia y el número de
usuarios que las realizan:
o
Clics
y conexiones
o
Introducción
de comentarios
o
Comunicaciones
esporádicas
o
Comunicaciones
dentro de las comunidades
o
Creación
de contenido
·
Los
grupos y las comunidades se configuran como objetos prioritarios de análisis en
la nueva web social. Igualmente, el estudio de los blogs como nuevos canales de
comunicación habrán de ser evaluados en profundidad.
·
Dada
la dificultad para la obtención de datos, un paso previo podría suponer la “indexación”
de los sitios y de sus contenidos, es decir, la extracción de estadísticas
básicas sobre los aspectos más relevantes sobre la utilización del sitio.
La
mayoría de estos indicadores son relevantes para conseguir un aprovechamiento
económico de los sitios analizados. El conocimiento del número de usuarios y la
cantidad de sus interacciones en una red social es de gran utilidad para los
agentes económicos que, o bien desean hacer visible su publicidad en los sitios
más visitados, o bien pretenden aprovechar a los usuarios de redes sociales para
definir pautas generales de comportamiento en la Red que puedan ser explotados
con fines crematísticos. No considero, por tanto, que este tipo de valoraciones
deban de ser valoradas a la hora de definir la integración de un usuario
particular en una u otra red social. Aspectos como la calidad del sitio, la
temática, el prestigio, o la política de privacidad son cuestiones que, a nivel
de usuario, deben de ser valoradas muy por encima de los criterios
exclusivamente numéricos o estadísticos.