Dejémonos
de tonterías, Google es una empresa que busca obtener el mayor beneficio
económico posible (y lo consigue: 8.000 millones de euros en 2012), como todas
las empresas, por otra parte. Google no es un sólo un buscador con un algoritmo
fantástico que recupera los mejores resultados de la Red. Probablemente nos
olvidamos de ello cuando utilizamos alguno de los múltiples servicios con los
que la empresa californiana sustenta su predominio en la web. Y por ello es
lícito que utilice todos los medios de que dispone para disparar su cuenta de
resultados.
No
seamos ingenuos. Prácticamente todos hemos podido comprobar cómo el buscador
personaliza y refina cada vez más los resultados de las búsquedas que le
planteamos; el algoritmo que emplea tanto para devolver los resultados como,
fundamentalmente, para posicionarlos es el mayor de sus secretos, aunque no es
difícil entrever algunas de sus claves fundamentales.
La
última vuelta de tuerca es la incorporación de componentes sociales personalizados
en la recuperación de la información. La filosofía que subyace en todo esto es
que nuestro comportamiento social se traslada a los medios sociales; nos fiamos
más de la opinión de nuestros amigos que de lo que nos recomienda la compañía X
acerca de las maravillas de su nuevo producto; una campaña de publicidad
millonaria no tiene influencia alguna en nosotros frente a las opiniones de nuestros
íntimos. El algoritmo se perfecciona y los resultados se personalizan hasta
límites insospechados. Y, lógicamente, el medio en el que interactuamos y nos
comportamos como miembros de una comunidad son las redes sociales; nuestras
interacciones y nuestros círculos de contactos son ahora cuidadosamente
analizados. Y hay quien lo da por bien empleado si con eso conseguimos
resultados cualitativamente mejores en la Red, total, si ya conocen
prácticamente todo de nosotros (?).
Pero
¡ojo! Si puede ser, que sea en Google+, por favor. Si queremos buenos
resultados con diseño exclusivo debemos tener perfil en G+. No nos van a decir
que no seamos visibles en otros medios, no. Pero sí que los resultados siempre
serán mejores si somos “clientes de la casa”.
Y
es que ya es posible que recibamos una alerta procedente de Google Alerts en
nuestra cuenta de Gmail recomendándonos un vídeo colgado en Youtube que sólo
podremos ver desde Chrome, versión exclusiva para Android, y que recomendaremos
a nuestros íntimos a través de Google+ tras compartirlo en Drive y ponerlo como
favorito en nuestro Nexus de última generación. Al final no nos conectaremos a internet,
nos conectaremos a Google.
He leído tu post con atención y desde el respeto expreso algunas de mis discrepancias. Efectivamente, Google actúa como cualquier otra empresa, maximiza beneficios, y lucha contra los competidores que tiene, nos guste o no este es el sistema capitalista y que nadie piense en falsos altruismos.
ResponderEliminarNo niego el filtrado de resultados, pero por ahora no me parece tan personalizado como aseguráis. Insisto en que Google sabe que la relevancia en la recuperación es la clave, es fundamentalmente, lo que a ellos les dio la supremacía.
Además, contra actividades monopolísticas invasivas ya estamos nosotros para protegernos, puede que nos engañen al principio pero tarde o temprano nos cansamos del abuso, es por eso por lo que Facebook está en un momento delicado, ya no es una compañía simpática para el público.
Efectos positivos de Google, muchos y muy reconocidos; beneficiarios de las campañas contra Google, fundamentalmente uno Microsoft y aliados. Ellos sí que nos obligaron durante años a pasar por su aro.
En definitiva ahora Google es el objetivo, (y no digo que todo lo que rodea a Google se maravilloso), es el monopolio de facto y el enemigo a combatir. Pero al menos ellos siguen en su carrera por mejorar sus productos, saben de lo competitivo que es el mercado digital, y ahora nos van a sorprender con el primer buscador semántico con mayúsculas (o eso se rumorea) Puede que con ese avance tengamos un control sobre la recuperación y unos resultados relevantes nunca vistos. Pero esto ya son especulaciones mías, sobre un producto que me ha ayudado durante todo mi camino como profesional de la información.
Gracias por tu interesante post.
Hola Rafael. En primer lugar gracias por tu comentario y por el tono constructivo que adoptas. Desgraciadamente, no puedo estar demasiado de acuerdo contigo en tus apreciaciones. La ambición monopolística de Google es un hecho poco menos que incuestionable que ha sido investigado por parte de organismos tales como la Unión Europea o el propio gobierno de los Estados Unidos. Exactamente como ocurrió en su día con Microsoft, sin ir más lejos. La calidad de su buscador es directamente proporcional a la voracidad de la empresa por liderar el mercado de Internet en un corto plazo de tiempo; una de sus últimas adquisiciones ha sido DoubleClick, una agencia de servicios de publicidad a través de Internet, lo que nos da una idea del verdadero objetivo de Google.
ResponderEliminarSi queremos tener una Red democrática que sirva para cimentar una sociedad más igualitaria tenemos que tener mucho cuidado con las grandes corporaciones que invierten grandes cantidades de dinero en su control, precisamente por ello dudo que su objetivo coincida con el nuestro.
En lo que estoy completamente de acuerdo contigo es en que, efectivamente, nosotros tenemos la última palabra, no sólo sobre Google sino sobre el futuro de la Red en general. Pero es que actualmente ya le hemos conferido un poder enorme que, confío, no acabe pasándonos factura.
De nuevo, muchas gracias Rafael.
Lo tuiteé ayer pero lo vuelvo a poner aquí porque creo que viene como anillo al dedo. Está en inglés pero creo que merece la pena. A mí me gustó lo de lock-in, un término del mundo de la economía y que para mí refleja claramente lo que está haciendo Google. Y, como decía, yo era un gran fan de Google, hoy lo soy muchísimo menos que hace 5 meses. http://blog.ouseful.info/2013/05/16/google-lock-in/
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