La tecnología digital ha supuesto una ruptura con la
concepción tradicional de expresión humana. Durante cientos de años el ser
humano ha adquirido conocimiento y experimentado múltiples sensaciones por
medio de un sistema de lectura y escritura expresado linealmente. El acto de
leer ha estado determinado por las limitadas posibilidades de este tipo de expresión,
y durante todo ese tiempo, sobre todo los nativos no digitales, concebimos esa
forma de expresión como la única y la más adecuada para el ser humano. La
tecnología digital ha propiciado la aparición del hipertexto
y, con él, un enriquecimiento de la experiencia lectora y un cambio de actitud
ante la misma.
De idéntico modo a como el texto lineal tradicional ha
sido superado por el hipertexto digital, el lenguaje con el que nació la web,
el HTML, ha sido sustituido por el XML. Y todo ello en conjunto ha supuesto que
la web 1.0 dé paso a la web 2.0 o web social. De una concepción de la web
“clasista” en la que la publicación de contenidos quedaba reservada a
especialistas con determinados conocimientos técnicos, se ha pasado a una web
democrática en la que cualquier usuario puede aportar contenidos de interés
para el resto de usuarios. Esta democratización de la Red supone su mayor
revolución, de tal forma que la participación se convierte en su motor
principal.
Pero de la misma forma que el hipertexto implica la
necesidad de una readaptación por parte del lector, esta nueva web obliga al
replanteamiento de una serie de cuestiones de gran trascendencia que habrán de
ser repensadas y reformuladas. Como en toda gran revolución, muchos de los
conceptos asentados en la tradición habrán de ser adaptados, cuando no
directamente sustituidos por otros nuevos más acordes con la nueva realidad.
Mientras tanto, la web social se expande y camina con
paso firme hacia la web del futuro, la denominada web semántica. Hasta
entonces, la web tradicional basada en la búsqueda y recuperación de la
información potencia sus funcionalidades gracias a las nuevas tecnologías aportadas
por la web social.
En general los principios de la web social propuestos por
Merlo-Vega
definen con precisión sus fundamentos principales. Resulta particularmente
interesante el concepto de inteligencia colectiva para definir el capital
intelectual conformado por la totalidad de los usuarios. Es éste un producto de
la democratización de la Red; la posibilidad de que cualquier usuario pueda
compartir su conocimiento con el resto de usuarios de una forma simple origina
una web orientada al usuario en la que la participación va a definir su
estructura. Valores como el altruismo y la cooperación definen las
interacciones entre los participantes, que deciden su grado de implicación sin
tener en cuenta cortapisas de tipo tecnológico.
Pero quizá sea necesario considerar también “el lado
oscuro” de toda esta situación. Si las ventajas que se van a derivar de la
implementación de esta nueva web más participativa y democrática son
incuestionables también puede ser necesario valorar la problemática que de todo
ello se derive. Hemos de exigir un comportamiento ético irreprochable a todos los
poderes que disponen de la capacidad suficiente, tanto económica como
tecnológica, para analizar y aprovechar la valiosísima información que origine
nuestro paso por la Red. El peligro de un uso inapropiado de todo este caudal
informativo podría convertir la web en una especie de Gran Hermano orwelliano
en el que queden limitados derechos fundamentales para el individuo como el
respeto a la privacidad y la libertad de acción y decisión.
¡Hola Raúl!
ResponderEliminarEstoy muy de acuerdo contigo en que debe haber una ética común si queremos que una web tan democrática y participativa funcione mejor. Como bien dices, existe un lado oscuro y este debería estar más atendido por los especialistas. Cada dos por tres nos llegan noticas de que Facebook no respeta la privacidad de sus usuarios o que Google, con la masiva digitalización de libros, no ha respetado los derechos de autor. Así también ocurre con la piratería, aunque es este otro tema largo de debate. Creo que a veces nos dejamos llevar por los nuevos recursos que nos facilitan la vida sin cuestionarnos ni tan siquiera hasta qué punto debemos adoptarlos y adaptarnos a ellos. Deberíamos ser críticos con las herramientas que manejamos y evaluar sus pros y sus contras. Nosotros no hemos diseñado las reglas del juego, pero sí podemos crear nuestra propia estrategia.
¡Un saludo!
websoc13
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ResponderEliminarSí, Raúl: ése es un miedo que no conviene desdeñar. En ese sentido, uno de tus compañeros incluyó un artículo interesante que reseñó a través de Twitter, sobre los condicionantes de la propia tecnología: http://www.eldiario.es/turing/ideas-pensar-tecnologia-hoy_0_98690754.html
ResponderEliminarInteresantísimo artículo, David. Y de acuerdo con su contenido al 100%. La idea de que el progreso tecnológico nos beneficia a nosotros como usuarios, pero fundamentalmente a las compañías implicadas en su desarrollo es la que más me preocupa en relación con la evolución de la propia web 2.0. Soy capaz de ver sus beneficios, pero no sus implicaciones profundas. Como se señala en el artículo, cualquier innovación supone un acuerdo tácito por el que renunciamos a determinadas cosas a cambio de disfrutar de nuevas posibilidades. La cuestión es ser consciente de a qué es a lo que renunciamos.
EliminarDisculpadme que toque brevemente un par de temas tangenciales. Uno, "el hipertexto implica la necesidad de una readaptación por parte del lector". Y de los autores, y de los autores. Necesitamos gente que también sepan contar historias, no solo hipertexto sino hipermedia. Y, por último, en relación con la privacidad y nuestros miedos al gran hermano, os dejo un enlace con algo que a mí sí me parece real y a lo que no se le está dando la importancia que creo que merece. Dejo un enlace con poco texto y en español para no agobiar :-)
ResponderEliminarhttp://www.europapress.es/portaltic/gadgets/noticia-eric-schmidt-quiere-ley-uso-drones-20130415122836.html
Hola, Raúl. Haces una serie de apreciaciones muy interesantes, como la de la web semántica, aspecto en el que coincido contigo y que no cita Merlo-Vega. También me parecen muy acertadas las ideas que articulas en cuanto a la inteligencia colectiva y los peligros de la democratización de la red, perfectamente ilustrados en el artículo recomendado por David. Soy un gran defensor de las herramientas y posibilidades que nos proporcionan las web sociales, pero me inquieta también bastante su vertiente sociopolítica y jurídica (fundmentalmente su capacidad de movilización, para bien y para mal, y el respeto a las libertades y derechos fundamentales, más aún cuando esta última dimensión con estas herramientas no es tan visible como desearíamos). En ese sentido, os recomiendo vivamente que veáis la serie británica Black Mirror, muy reciente, y que aborda entre otros el mundo cercano originado por la aplicación de las TICs y las redes sociales. Toda la serie es recomendable, pero el capítulo titulado "Vuelvo enseguida" entra de lleno en el mundo de las redes sociales. Apasionante. http://es.wikipedia.org/wiki/Black_Mirror_(serie_de_televisi%C3%B3n)
ResponderEliminarCoincido contigo Raúl, en que la tecnología digital ha revolucionado nuestra forma de leer, el hipertexo ha modificado completamente la experiencia lectora, por una parte la ha enriquecido con sus ventajas de saltar de un enlace a otro y chequear instantáneamente distintas fuentes, consultar ortografía, definiciones de un término o ver un video relacionado, pero por otra parte, la nueva lectura fragmentada, ha reducido nuestra capacidad de concentración y reflexión. La nueva forma de leer es más superficial, ya que salteamos líneas de texto en busca de la información que queremos encontrar e ignoramos el resto. Buscamos información rápida y de interacción constante. Nos cuesta enfocarnos, prestar atención, dedicarle tiempo a una sola cosa, profundizar en un tema, procesos que son necesarios para la elaboración de conceptos y reflexión intelectual, al menos para los migrantes digitales. Por otra parte, tomo el comentario de Tony acerca de la necesidad de autores que cuenten historias en hipermedia. Seguramente, los nativos digitales lean, reflexionen y elaboren conocimiento de una manera totalmente distinta.
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